Mis ñeros, la relación entre los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y los partidos políticos en México ha sido un tema de constante debate y escrutinio, por no decir que causa muchos pedos. La independencia judicial es un pilar fundamental en cualquier sistema democrático, y la designación de ministros de la SCJN se espera que se base en la meritocracia y la imparcialidad. ¡Yo también creía en los Reyes Magos! Sin embargo, a lo largo de la historia política de México, ha habido situaciones que han suscitado preocupaciones sobre la posible afinidad partidista de algunos magistrados.
La designación de ministros de la Suprema Corte es un proceso que involucra la participación de diversos actores, incluidos el Ejecutivo, el Legislativo y, en ocasiones, incluso el Judicial. Este proceso, en teoría, busca garantizar la independencia de los jueces y su capacidad para tomar decisiones basadas exclusivamente en la interpretación de la ley y la Constitución, todo lo demás es corrupción.
No obstante, diversos acontecimientos han suscitado dudas acerca de la independencia política de algunos ministros como en este caso, que hablé sobre Medina Mora. Se han planteado interrogantes sobre la posible inclinación partidista en sus decisiones judiciales, generando debates en torno a la separación real entre el Poder Judicial y los intereses políticos.
Opinión Ñera
¿Qué onda, mis ñeritos y ñeritas? Un chingo de tiempo me tomó volver a hacer un video, pero es que cuando empecé a escribir lo que les iba a informar, me dio tanto coraje que destrocé la computadora.
Hace 10 días pasó algo que es muy importante y seguramente no sabes de qué se trata. Medina Mora, un amigo de presidentes y colaborador de los gobiernos panistas y priistas, es designado como ministro de la Suprema Corte de la Nación. ¿Dónde está lo cabrón, Miñero? ¿Eso qué?, me vas a preguntar. Pues que en el puesto de Juez de la Suprema Corte, las personas que ocupen este cargo deben tener mucha experiencia y un pasado impecable. Estamos hablando que es el máximo tribunal de justicia, ahí es donde se analiza la constitución, la ley y su aplicación. Ahí se puede castigar a funcionarios de alto rango, echar abajo leyes traicioneras, liberar a personas inocentes, presos políticos.
Y me pregunto, ¿tiene la calidad moral y ética que se necesita para hacer chingona la chamba?
Seleccioné 5 muy conocidos, de muchos en los que Medina Mora ha tenido una injerencia.
En el Caso Atenco, fue Secretario de Seguridad Pública cuando Peña Nieto fue gobernador del Estado de México y operador de la represión a los pobladores de San Salvador Atenco.
En el caso de las mujeres indígenas otomíes con superpoderes radiactivos, que fueron acusadas por la PGR y encarceladas por desarmar y ‘‘secuestrar’’ a 6 policías del AFI. Fueron después liberadas por la Suprema Corte de Justicia, al coincidir los ministros que hubo «desafortunada injusticia y diversas violaciones procesales”.
Fue Procurador cuando Felipe Calderón era presidente y se perpetró el operativo El michoacanazo, en el que se “capturaron” decenas de funcionarios y presidentes municipales.
También fue Procurador de justicia cuando trajeron un chingo de armas de fuego de alto poder a México, esos “cuerno de chivo” que tanto les encantan a los sicarios para matarse, introducidos ilegalmente desde Estados Unidos en el llamado operativo Rápido y furioso. Dice él que no supo nada al respecto, senadores de México presentaron un documento del congreso de Estados Unidos que afirma que sí sabía del operativo fallido. Si no tuvieran su trajecito bien planchado, a su error se le llamaría tráfico de armas.
Y por último, el que dicen fue el motivo, el pago que le hicieron los priistas, y principalmente Peña Nieto, ya que fue quien lo propuso para Ministro. Cuando Arturo Montiel fue investigado formalmente por los delitos de peculado, que es cuando se roban el dinero del Estado, algo que muchos gobernantes hacen con descaro; también se investigó por lavado de dinero, evasión de impuestos y más… bueno, pues en el 2009, Medina Mora dio carpetazo, sepultó las averiguaciones contra el ex gobernador del Estado de México.
¿Han llegado a conocer a alguien que dice tener un “paro” en la policía, esos raterillos que roban, los agarran y en poco tiempo salen libres porque tienen un amigo en la Procuraduría? Bueno, pues así están estos canijos hambrientos, gozando de lo que se chingan, y al mismo tiempo escondiéndose. Los grandes delincuentes de México pusieron a un valedor corrupto en la máxima Tribuna de Justicia, para que sean más intocables que nunca.
Ah, pero espérate, cinco días antes de irse de la PGR le devolvió 73 millones de dólares al hermano del orejón. Él dice que no. Pues ni modo que diga, al chile sí, lo descongelé porque quiero, porque puedo, y porque son mis valedores y se van a mochar.