Trump firma el miércoles 15 de mayo una orden ejecutiva que prohíbe a las empresas estadounidenses de telecomunicaciones utilizar dispositivos elaborados por compañías que puedan suponer «un riesgo para la seguridad nacional».
El decreto invoca la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional. Las empresas estadounidenses ya no surtirán a las chinas de lo necesario para hacer funcionar sus dispositivos. Google ya ha comenzado y no proporcionará Android.
Hay una Guerra Fría entre China y Estados Unidos. Trump se pelea con todos, incluyendo procesadores como Qualcomm, Intel y Broadcom. Aquellos que compraron su Huawei a 10 años sin intereses, pagando en abonos chiquitos, se enteran de que ya no tendrán acceso a Google Play Store, Gmail y YouTube.
Intel y Microsoft, entre otras empresas que proveen chips, también se ven afectadas. Xiaomi y OnePlus son mencionadas en el conflicto. Estos son grandes enfrentamientos clásicos, como América contra Chivas, Kyo contra Yori, agua de jamaica contra horchata, y Estados Unidos contra China.
Siempre que hablo de Estados Unidos contra China, no puedo evitar pensar en la escena de la pelea entre Jean-Claude Van Damme y el Chino mamado cara de pesadilla. Es feo y tenebroso como el resultado positivo de una enfermedad venérea.
Donald Trump, Estados Unidos, vs Huawei, China. Este asunto se puso caliente, no solo por el tremendo calor que estamos experimentando debido al calentamiento global.
¿Cómo ves que el wero con patas se puso mamón el hijo de su gringa madre? El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva, que son como vales de despensa, pero en vez de canjearlos por latas de comida, los canjeas por un berrinche. En este caso, prohíbe a empresas estadounidenses utilizar dispositivos elaborados por compañías extranjeras que puedan suponer «un riesgo de seguridad nacional». Como se la ha pelado con el muro, con el Obamacare y otras más, se lanzó contra otra de sus promesas de campaña: empresas chinas de celulares y tecnología. Huawei y otras filiales chinas fueron incluidas en la lista negra con la cual Estados Unidos no puede tener relación. Y no es la misma lista a la que una vez metieron al que chilla cantando, Julián Álvarez, o al moreliano Rafa Márquez, sino a la más temerosa, la que puede causar peligro a la seguridad nacional de Estados Unidos.
¿Qué es toda esta mamada? Pues dicen que es un movimiento en el tablero de ajedrez mundial; una estrategia de Estados Unidos para seguir siendo el líder global que ha sido por muchos años. Como China, la superpotencia que ha crecido en los últimos años, se acerca velozmente a desplazarlo militar, tecnológica y económicamente, este golpe a una de las empresas más grandes y poderosas de China es una manera de frenar su avance. Antes ya puso en aviso a la empresa de celulares HTC.
Los gringos acusan a Huawei de estar respaldada y ser parte del gobierno chino, y que en cualquier conflicto a futuro, China puede meter mano negra, chanchullo, puede alterar sus dispositivos en suelo gringo y alterar sus defensas y ataque, además de espiar. Ahí ya no pudo hablar más, pues se estaba comiendo un taco de su misma lengua, después que se la arrancó por habérsela mordido. Y es que los estadounidenses creen que todos son como ellos, después de Julian Assange arrestado, ¿quién les cree?
También el Internet de las Cosas, como se le llama a la tecnología de conexión inalámbrica 5G, está en juego, pues China va muy adelantada y Estados Unidos no quiere quedarse atrás.
Dicen que una posible Guerra Fría se está gestando entre las dos grandes potencias. El decreto que enunció Trump invoca la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, en la que el presidente tiene la facultad de mover la economía a conveniencia justificando una alerta de seguridad nacional.
El gobierno y las empresas estadounidenses no solo dejarán de comprar tecnología china, sino que también dejarán de surtir lo necesario para crear tecnología, como son los procesadores, el cerebro que empresas como Qualcomm, Intel, Broadcom fabrican y que después son utilizados en celulares y computadoras de Xiaomi, One Plus, Huawei, etc.
Pero no solo piezas y hardware se bloquearán, sino también el software, el alma del dispositivo y con el cual la mayoría de los celulares chinos funcionan. Google, empresa estadounidense, anunció que rompe relaciones con la empresa china y ya no funcionarán ninguna de sus aplicaciones como YouTube, Gmail, ni el sistema operativo Android en Huawei. Esto provocó el pánico de millones de clientes que habían comprado el nuevo celular Huawei a 30 años sin intereses con abonos chiquitos.
El gobierno de China tiene gran control sobre sus empresas y sociedad, al grado que las redes sociales como Facebook y Twitter están restringidas, el internet es menos libre que en el resto del mundo y esto provocó la desconfianza de Estados Unidos. China podría responder evitando que se dejen de hacer los aparatos de Apple, que aunque se diseñan en Estados Unidos, se ensamblan en China. Huawei dice que esto ya lo esperaban y tienen todo bajo control.
Todo esto también se podría resolver con una multa y asunto arreglado. Por lo pronto, Samsung es el teléfono más vendido, seguido de Huawei y en tercer lugar, iPhone. Veamos después de este capítulo en la historia qué será de las nuevas tecnologías y quién ganará la carrera por la potencia tecnológica.