Ayer me dirigía a mi destino en el respectivo transporte público y le platicaba a mi novia que pintamos toda la casa y sin dejar caer una sola gota de pintura que no sea… ¿qué es eso? Acto seguido, me puso una retroverguisa por estar platicando con ella utilizando frases de Bob Esponja. Pero al mismo tiempo que me madreaba, no podía dejar de ver a una mujer que parecía que estaba sacando todos sus instrumentos para ponerse una máscara, aunque algunos le llaman maquillaje.
Bueno, eso es lo normal, en cualquier transporte público encontrarás a alguna fémina que saca la cuchara y te preguntas, tal vez va a hacer sopa; pero es para enchinarse las pestañas. Saca el kit de maquillaje y te preguntas si va a preparar a la novia para la boda; algunas mujeres sacan tantas cosas para irse arreglando en el camino, que uno espera a ver en qué momento saca el molcajete para hacer una salsa.
Pues esta mujer se vio más evolucionada, más actualizada, con miedo a sus raíces prehispánicas y en vez del molcajete sacó la licuadora, pero no para hacer salsa sino para prepararse una famosa licuachela.
Este video se hizo noticia, se hizo viral y se hizo el consentido de todos aquellos que piensan que si vas a pecar, hay que pecar bien. Esa falta administrativa es muy común y muchos hemos visto a esos personajes que suben al transporte con su cerveza, su pomo u otra bebida y las ingieren sin miedo al éxito, sin miedo al qué dirán, sin miedo a la cirrosis. Es más, desgraciadamente hemos visto hasta los conductores del transporte que se embriagan y eso ya no es chistoso, es peligroso.
Para los que son de otro país y no saben qué es lo que pasa, una michelada es una bebida que se prepara con su ingrediente principal que es una cerveza y los condimentos que pueden ser muy variados, pero sin duda llevan limón.
Esta mujer sacó de una bolsa su cuchillo, sus limones, los cortó y exprimió en un tarro de cerveza, le puso sal y abrió una cerveza para vaciarla en el menjurje que había preparado, todo mientras se lamía los bigotes saboreando lo que tarde o temprano pasó: bebió la deliciosa michelada mientras iba a su destino. Solo faltó que sacaran el dominó y una botanita, que tal vez sí sucedió, pero quién grababa dejó de hacerlo.
Como dicen por ahí, imagínate vivir en Suiza y perderte la cantina en autobús.
Yo digo que para la próxima que suba a tocar un grupo norteño, voy a sacar el pedazo de animal, la parrilla, y que se arme la carnita asada.
















