¿Qué Perro Coraje? – ¿Qué onda, wey? (¡CATICATURA EL PERRO COBARDE!) – ¡Tú NO COBARDE!
Otros cobardes que no tienen el valor. – ¿A poco sí son muy gallinas? – No me refiero a la valentía, sino al valor del respeto, al valor de la solidaridad, al valor de la educación.
Paty Navidad, Lady Me Vale, Salinas Pliego, Donald Trump, Andrés Manuel, entre otros, millonarios y pobres, de la élite y del pueblo, han sido tendencia en redes sociales y en las noticias. Están por todas partes y dicen que los quieren callar, y aquí te digo por qué. ¡Esto se va a poner chingón!
Desde que la pandemia comenzó, – Para de succionar que tu lengua raspa, Miñero, no creí que fueras tan pendejo y creyeras en eso – ¡putatenshión, Chicarcas, que para allá vamos! Desde que comenzó esto, se difundieron en todo el mundo las medidas para evitar que siga creciendo la enfermedad que azota a la humanidad: lavarse las manos, sana distancia y cubrebocas. Pero también aparecieron las personas escépticas que no creen lo que está sucediendo.
Como dirían los alcohólicos anónimos, vamos paso a paso.
De esas personas escépticas, hay desde el simple ciudadano, pasando por influencers y líderes de opinión hasta los Médicos por la Verdad, que son profesionales de la salud que critican las excesivas medidas, las cifras de la enfermedad o lo ineficiente de las acciones gubernamentales, pero no niegan el virus.
Entre los profesionales pueden discutir y argumentar con pruebas para llegar a la verdad, y eso es lo que nos beneficia a todos. Por esa evolución en la medicina y las discusiones con pruebas, ahora combatimos infecciones con penicilina y no con el venenoso arsénico.
Los estudios científicos – ¡los científicos están comprados por las élites, por la gente rica que quiere mentirnos para ganar más dinero! – Es cierto, Chicarcas, tienes razón, eso no te lo niego. Con dinero baila el perro, sabemos que hay corrupción y conflictos de interés, pero eso lo sabemos por gente que descubrió esas mentiras. Nadie puede comprar a toda la humanidad, y déjame te digo por qué. Yo antes decía lo mismo que tú y ahora ya no.
En cualquier estudio científico en el que se quiera demostrar algo, siempre hay alguien que duda de lo que se afirma. Siempre han existido haters, recuerda eso. Lo vemos ahora con el Coronavirus. ¿Cuántas pendejadas han dicho? Que si se transmite por el 5G, que te quitan el líquido de las rodillas, ¡que es un invento del Doctor Simi! Las mentiras mezcladas con verdades están por todas partes, son un chingo. Unos les dicen conspiraciones, otros estafas. Yo le digo al terror de mi niñez, ¡el Chupacabras!
En un estudio científico tienes que demostrar algo que nadie pueda refutar, que nadie pueda negar, que nadie diga ¡nel, pinche mentiroso de mierda! Por eso la humanidad hace cosas que no son naturales en el hombre, que parecen, como diría el Cumbión: ¡Hechicería, hechicería! ¡Como volar, trasplantar órganos, transmitir a millones un concierto de un hermoso ciborg angelical como Michael Jackson!
Haz de cuenta que quiero demostrar que la violencia genera violencia. Entonces hago un experimento: pongo a dos personas en un cuarto y le digo a una de ellas que le pegue a la otra, que la ofenda, que la violente para ver qué pasa. Este mismo experimento lo hago 100 veces con diferentes personas y descubro que si la persona 1 le pega a la persona 2, la persona 2 le regresa un vergazo.
En un modo muy ñero, a grandes rasgos, así es como funciona el método científico. Cualquiera podría comprobarlo. Así es como puedo asegurar que la violencia genera violencia. Ahora quiero enseñarle al mundo mi descubrimiento, y tengo dos opciones: busco la manera de publicar mi información por mi cuenta, que antes de internet era más difícil llegar al público sin un medio de comunicación, o puedo enviarle mi descubrimiento a un medio de comunicación que se dedique a publicar estudios científicos.
¿Y cómo les crees a los medios de comunicación? ¡También están comprados! – En primera, pendejo, no me grites que me voy a emperrar más que Sergio Millán. En segundo lugar, porque lo que ellos publican, cualquiera lo puede comprobar. Todos los humanos tenemos las mismas capacidades de aprender, nomás que se nos quite lo huevón de leer. Yo soy un pinche ñero que era bien pinche ignorante y huevón, y gracias a mis jefes que me mandaron a la primaria, cada vez trato de ser menos ignorante. Y tercero, por algo que se llama prestigio. Un medio de comunicación, así como tu servilleta, no son gigantes legendarios que nadie sabe cómo se ven. Son humanos que tienen un negocio y ese negocio es difundir información. Todo eso está expuesto a la crítica y a que cualquier persona contradiga lo que dices. Si me critican mi diente chueco, van a criticar mis mentiras, como en el video pasado que dije “7” en vez de “6”. Si dices una mentira frente a 10 mil personas, hay más posibilidades de que descubran la falsedad que si lo dices frente a 10.
Y con el paso de los años, esos medios de comunicación se ganan el prestigio de decir la verdad o mentir menos que los otros. Se ganan la confianza de la gente. ¡Ojito, wey! Pero si alguien dice que miento y dice «que la violencia no genera violencia», tienen que decir por qué miento y las pruebas.
¿Y si eres un pinche mentiroso de mierda? – Pues sí ha pasado, wey. Científicos cometen errores, tal vez a propósito o por ignorancia. Todos cometemos errores, pero se vale rectificar, ¡aunque duela en el pinche amor propio!
Ahora, si es a propósito, puedes ir a la cárcel, como en el caso del engaño de la clonación humana del científico Hwang Woo-suk, que fue publicado en una de las revistas científicas con más prestigio en el mundo: Science.
¡Sí, de eso estabas hablando! – No, así se llama la revista. Science. ¡No, pues pinches científicos se quebraron la cabeza con esa creatividad!
Pero gracias a la ciencia, al mercado, al internet y las redes sociales, cualquier ñero puede exhibir su pensamiento a millones de humanos. Yo confío en la inteligencia colectiva y las mentiras caen por su propio peso.
Un ejemplo que yo creo es un seudo-científico que tiene un canal de YouTube en el que habla de diferentes temas conspiranoicos y de religión. Pero algo que me llamó la atención para estudiarlo fue que tenía, según él, un modelo para predecir los terremotos. Y te echa tanta choro que parece convincente y hacía predicciones de terremotos. Pero sabemos que todo el tiempo está temblando y en qué zonas sucede más, pero no sentimos porque son pequeños. Así que me puse a investigar las cosas que decía y en eso, pum, uno de los tantos terremotos que predijo sí sucedió, y fue uno de los que marcó la historia de México, el 19S de 2017. Llamó más mi atención, pero siempre hay que tener cautela. Y sucedió lo que esperaba, porque un descubrimiento tan importante cualquier miembro de la élite lo querría, es dinero puro, es poder. Y porque también se mueren como nosotros aplastados o sus edificios se caen. ¡Ah, no, que ellos provocan los fenómenos naturales!
Continuo. Las millones de visitas que Conciencia Radio tuvo durante muchos días, por un golpe de suerte, ¡en vez de crecer ante tal descubrimiento que el mundo y las élites quieren ocultar pero ya no pueden!, bajaron las visitas. Ya tenían la atención que ni Televisa ni TV Azteca tienen. Qué te digo del Universal o Reforma o cualquier periódico. Pero como los golpes de suerte son eso, no ha vuelto a temblar, gracias a Diosito.
No mames, ¿no que eres ateo? – Nel, wey, soy agnóstico. ¡Gracias a Dios!
Yo opino que si le cerraron la cuenta a Trump y a Paty Navidad, las redes sociales deberían cerrarle la cuenta a todos los que difunden mentiras o mentiras mezcladas con verdades, que es lo que vemos en muchos casos, que parecen tener información que es neta, verosímil, que parece verdadera, pero no lo es.
Pero yo creo que no cierran esas cuentas porque les generan visitas y dinero de publicidad a las élites. (Poner video de publicidad Pleyades) (Poner fotos de millonarios jóvenes) Las redes sociales, los nuevos millonarios son de los más ricos del mundo y son rostros jóvenes famosos que permiten que se difundan las conspiraciones, porque les conviene el dinero y no les conviene apoyar las conspiraciones de censura. Si los conspiranoicos solitos pierden suscriptores, ¡porque sí fuimos a la primaria!
Y se puede perder la verdad de la ciencia porque, en la verdad, también existe la duda y los errores, pero a la postre, y como dijo el gánster: ¡la verdad, aunque sea pequeña, se encuentra y siempre la encontrará un científico!
Y aquí es donde la cosa se complica. Todo ser humano nace ignorante, ni siquiera sabemos cagar bien. El problema es que ser ignorante se toma como un insulto, y es cierto, porque cuando un ignorante adquiere conocimiento, eso lo hace sentir poderoso y por encima de los demás, porque la información es poder. A veces, un ñero como tú, Chicarcas, o como yo, apenas sabemos un poquito, y nos ponemos a insultar a los que son un poco más ignorantes que nosotros, olvidando que también lo fuimos. En un video futuro hablaré más de este tema y del efecto Dunning-Kruger, pero la ignorancia es una condición que se elimina con el tiempo y el estudio de las cosas que se descubrieron y comprobaron antes de que nacieran.
El problema es que nos encanta disfrutar de los beneficios de la ciencia, porque hay ciencia en todo lo que nos rodea, pero nos caga el trabajo que cuesta. Vivimos en un mundo de fe, porque la fe y la creencia son de donde venimos. La humanidad en cualquier parte del mundo tenía dioses para todo: el sol, la luna, el fuego, la lluvia, la vida, la muerte, la televisión, el celular. Lo que no entendíamos lo resolvíamos de la manera más fácil: con un dios. Ahora casi nadie cree que el sol es nuestro dios, aunque literalmente lo vemos y sin él nos morimos todos. Aunque la ciencia ha evolucionado mucho nuestro mundo, aún tenemos muchas dudas sin resolver, por eso todavía existen dioses, aunque son menos, siguen existiendo para resolver algunas de las principales dudas que ni la ciencia ha podido resolver, como ¿qué es nuestra alma, mente, consciencia?, ¿para qué existimos y qué pasa después de la muerte?
Es difícil dejar de tener creencias, yo lo sé y he vivido en carne propia: ¡nunca me ha dado nada y aún así me cuesta dejar de creer en Santa Claus!
La evolución es imparable. Ahora nos horrorizamos, nos alarma y nos saca de pedo cuando un grupo de personas mata a otra porque creyeron que eran delincuentes, los famosos linchamientos, y después se descubre que no eran malandros, sino buenos humanos. En la larga historia de la humanidad, hace pocos siglos, en la Edad Media, era lo normal. Cuando la máxima institución de las creencias gobernaba la humanidad, la Santa Inquisición, la Iglesia, de la mano de los reyes, mataba con base en creencias y no en pruebas. Se cazaban mujeres porque se creía que eran brujas, se las quemaba vivas porque la Iglesia, un poquito misógina, así lo decía.
Lo bueno es que la evolución es imparable, y los conservadores que querían conservar todo como estaba, perdieron la batalla frente a los progresistas reformistas que querían un mundo mejor. Desde la primera herramienta de piedra hasta el celular más inteligente, seguiremos progresando. Porque así como la sífilis que me pegó tu prima Chicarcas, también la ciencia es imparable.
Esas personas que conservan las antiguas creencias aún existen. Aunque gozan de los beneficios de la ciencia, como el internet, difunden sus creencias sin sustento desde la comodidad de su celular, y si les contradices con evidencia y pruebas, te bloquean, pero no quieren que los bloqueen. ¡Es la pinche perra hipocresía! Viven creyendo cosas falsas que no se pueden comprobar. Esos conservadores de derecha se protegen con un beneficio progresista de izquierda, como es la libertad de expresión.
Paty Navidad y Donald Trump, además de Weros, son dos conservadores de derecha que han sido noticia porque les han quitado un poder que utilizaban para difundir mentiras. Parece que no entendieron, como muchos otros que han sido censurados en redes sociales, que tener miles o millones de seguidores conlleva una responsabilidad, y ese poder de difundir ideas tan rápido es gracias a un invento capitalista que paradójicamente nos vuelve más comunistas. Con el poder del internet y las redes sociales, cualquier persona común como tú o yo puede tener el impacto de los grandes medios de comunicación en manos de las élites.
El debate ahora es sobre si la libertad de expresión abarca también la difusión de mentiras. ¡Ser o no ser tolerantes con los intolerantes, esa es la cuestión!
Donald Trump es un personaje que escribía sus opiniones sobre la pandemia y las elecciones en redes sociales. En contra de la evidencia científica, alegaba que el calentamiento global no era cierto, que en las elecciones había fraude y que el COVID no le haría nada. La evidencia lo contradice: se enfermó de COVID, no aportó pruebas de fraude y los incendios forestales, entre otras cosas, dicen la ciencia, se acrecentaron con el calentamiento global provocado por la contaminante actividad humana que nunca descansa.
Donald Trump es presidente de una potencia mundial, por eso sus opiniones tienen mucho más peso que las de cualquier persona común. Es más probable que él provoque una guerra que acabe con la humanidad a que lo haga Paty Navidad.
Solo necesitas a una persona que diga que una mujer es bruja para que otros quieran matarla; solo necesitas a una persona que diga que alguien es secuestrador para que quieran lincharla; solo necesitas a una persona que introduzca ideas erróneas en la mente de otros para que se suiciden masivamente. Las ideas son poderosas, y la película Inception me respalda. ¡Wachala!
Las tremendas mamadas que decía Donald Trump eran tan intensas que te metían el calzón al culo, y por eso cancelaron sus cuentas en muchas redes sociales, por difundir información falsa que, en el peor de los casos, causó el asalto al Capitolio y la muerte de 4 personas. Algo histórico que pudo haber sido o puede ser peor. Una de las reglas en redes sociales dice: no incitar a la violencia. Y aunque él decía «no ataquen», también decía «hay fraude», pero ni sus abogados ni él lograron aportar pruebas ni al público ni a las cortes donde demandaron.
Y cuando no quiso reprobar la invasión al Capitolio, el Peje se pone a reprobar que las redes sociales bloquearon a un miembro de la élite mundial, Trump. Dice que se debe respetar la opinión, aunque sea una mentira. ¡Pues claro que no! Si Trump quisiera revelar su verdad al mundo, si es que la tuviera, ese millonario podría crear su propia red social, Truimter, y ahí se pone a truimtear a todos los truimteros. Estoy seguro de que la prensa mundial estaría pendiente de ver qué truimtea, porque ahí estaríamos todos queriéndonos enterar de los truimts del viejo perro.
En Twitter estaba Feliz Navidad, ahora está triste porque le cerraron su cuenta. Paty Navidad era una líder de opinión y mi crush en Picardía Mexicana (poner video). Escribía sobre muchos temas, siempre con una profunda ignorancia y con argumentos más débiles que el pito de su Donald Trump (poner a Paty apoyando a Trump). Ese hombre millonario, de familia millonaria, miembro de la élite mundial, que según Paty mueve los hilos en contra de la humanidad. ¡Para de succionar, Paty! ¡Ese zombie con trabajos mueve las patas! (poner a Trump bailando). Miñero, es fácil identificar a estas personas ignorantes que intentan difundir su ignorancia. Se apoyan entre ellos y siempre dicen «no se dejen engañar, investiguen más, la única verdad absoluta es Dios», pero nunca dicen a qué dios de qué cultura se refieren, ni muestran de dónde sacan su información, porque los egoístas no nos quieren iluminar. Yo te ilumino, mi Paty, yo te quito lo burra, ¡y tú quítame lo burro! (poner en la Hora Pico).
Ahora, otro personaje peligroso que no ha sido censurado, al contrario, es RIX. Era un youtuber que hacía videos cotorreando a la gente en la calle, pero ahora difunde ideas conspiranoicas sobre aliens, vacunas y planetas planos. Tanto en sus redes sociales como en las de sus amigos (poner cuando dice redondeta). Piensen tantito y no se dejen manipular. Pero además de un planeta plano, que en su propio nombre te dice la verdad, el agua tampoco existe, por eso el planeta se llama planeta Tierra y no planeta Agua.
Pero tan pendejo no está, dijo: “Ya eliminaron a Paty, a Trump, yo mejor bloqueo el acceso a todos y nadie puede denunciar mis pendejadas. Tengo amigos, tengo seguidores, soy influencer, les va a hacer falta pelapapas para pelarme la verga” (poner cuando dice que es ignorante).
Después de las personas que difunden mentiras están los que saben que la estamos pasando mal, pero no les importa. Su empatía está limitada, y pueden ser ricos o pobres.
Hablando de élites y los misteriosos hilos que mueven, Salinas Pliego, multimillonario y uno de los 200 hombres más ricos del mundo, dueño de TV Azteca, una de las empresas más grandes de comunicación en América, donde muchos de sus empleados criticaron a las personas que no se quedaban en casa durante la pandemia. Una de las medidas recomendadas por la OMS. Criticaron y criticaron, hasta que a una fiesta los invitaron.
LadyMeVale, y no me refiero a Salinas Pliego, es una mujer que no usaba su cubrebocas y que fue reprendida en un autobús de Metepec por una empleada del hospital. LadyMeVale empezó a repetir su apodo muchas veces, como si fuera una niña pequeña, pero en un momento, al no poder controlar su frustración, soltó la fiera que llevaba dentro.
Es parecida al Peje, que nunca utiliza cubrebocas, porque dice, y tiene razón, que no evita que te enfermes, pero lo que se trata es de que, si eres portador del virus y no tienes síntomas, sea más difícil propagar el virus con tu estornudo o tos. Debería implementarse, como esa regla de que, si vas a estornudar o toser, te voltees y te tapes la boca, porque antes del coronavirus la gripe ya mataba un chingo de personas. Pero el Peje, como muchos mexicanos, hace desmadre en su propia casa y cuando va a Estados Unidos, ahí sí sigue las reglas, como cuando se puso el cubrebocas para visitar a Trump.
López Gatell trabajó todos los días como responsable de la pandemia. A mi parecer, había cometido pocos errores, como justificar a su jefe, pero apenas se fue de vacaciones a la playa y dejó de insistir en el «Quédate en casa». No salgas si no es necesario. Y los chairos trapecistas del circo chino de Pekín lo justificaron diciendo que había trabajado mucho, que se merecía descansar… como millones de mexicanos que tuvimos la fortuna de no haber dejado de trabajar. Nomás que nos digan si las vacaciones son necesarias para lanzarme a Chapultepec.
Este tipo de personas son un ejemplo de otra clase de ignorantes, que aunque son menos perjudiciales, también hacen daño a la sociedad. No entienden que el espacio público es de todos, todos estamos conectados. Los ignorantes no se dieron cuenta de que lo que pasa en China afecta en México.
Debemos entender, así como dice Timbiriche, que tú y yo somos uno mismo. -¡Pinche comunista de mierdaaaa, ya sabía que eras rojo, y a ese de rojo yo me lo co! -Sácate a rechinar los tenis de aquí, perro, nada de rojo, yo estoy a favor del mercado, de la competencia, pero esa competencia solo puede darse en una sociedad saludable. Y los ricos, si se enferman, pueden pagar el tratamiento millonario, como los 650 mil dólares que pagó Trump. Pero cuando de repente un chingo de personas se enferman, todos se espantan y van al hospital, que de por sí ya estaba saturado y te atendían después de siglos, y no alcanza para todos, sobre todo, no alcanza para las otras enfermedades que ya estaban azotando la humanidad. Las enfermedades cardíacas matan más, y nadie se espanta de unos deliciosos tacos con su refresco, tres veces al día, todos los días.
No veo a los conspiranoicos decir que las hamburguesas, pizzas, tacos, cigarro, no hacer ejercicio y envejecer son un plan malévolo para reducir la población mundial. Y si esos planes de matar a la humanidad fueran ciertos, la pinche élite pendeja no le ha ido muy bien con su plan, pues los seres humanos vivimos más años que antes, y lo podemos comprobar con estadísticas de millones de actas de defunción, o si no, pregúntale a Chabelo.
Hay que utilizar el razonamiento. ¿En qué beneficia que haya menos humanos a los millonarios? Entre más humanos hay, puedes ofrecer menos salarios para gente más necesitada. Por eso las empresas de otros países desarrollados se van a China o México, donde hay mano de obra barata. Y si se mueren los pobres, pues hay menos televidentes, menos clientes del banco, menos clientes de lo que sea. Y ahí sí hay un nuevo orden mundial, como el que sucedió en la Peste Negra, cuando los empresarios tuvieron que subir los salarios y beneficios laborales para que la gente trabajara con ellos ante la falta de mano de obra. -¡¿Qué se van a volver pobres? ¡¿Las vacunas y las pruebas de COVID los hicieron millonarios?! Tienes razón, Chicarcas, andas muy ensartado, we. ¡Ese es otro asunto que debemos evaluar, lo que se puede mejorar de estas situaciones, porque una cosa es el mercado y otra la salud pública! La salud está por encima de todo. -Pues salud (se monea).
¿Cuál es el precio justo, ideal para que gane el cliente, gane el laboratorio y gane la ciencia sin pasar por encima de la salud mundial? Esa es una cuestión que debemos resolver.
La vida no es fácil, es compleja, y en todo esto hay verdades mezcladas con mentiras, y de ahí se agarran los conspiranoicos. Claro que las élites, ese 1 por ciento, que no es un secreto, quieren volverse más ricas, pero no solo ellos, la clase media, la clase pobre, por todas partes vas a encontrar humanos queriendo ser más ricos de lo que son. ¿Cuántas personas se pusieron a hacer cubrebocas, comprar y vender artículos de higiene y limpieza? ¡Quién quiso hizo negocio en esta pandemia!
Todo tiene una explicación y, si aún no la hay, alguien la va a encontrar. La ciencia no es cosa de extraterrestres, todos hacemos ciencia todos los días: pensamos, experimentamos, comprobamos y aprendemos. Vivimos con cosas que parecen fantasmales y mágicas, pero ningún espíritu se está llevando mi imagen y sonido para ponerlo frente a ti.
Si te quedaste hasta el final y no me entendiste ni madres, ni te preocupes, yo tampoco me entendí. Vuelve a poner play o aquí te lo resumo: La ignorancia es peligrosa. La libertad de expresión debe ser defendida, nadie silencia a los creyentes. Todos creemos en algo y pueden seguir pregonando sus pensamientos en los lugares que les den la oportunidad. En los grandes medios de comunicación no se deberían difundir creencias, sino hechos. Siempre habrá quien te crea o necesite del rating, pero hay lugares que se rigen por reglas que te dan para que las conozcas y aceptes entrar o no, como la escuela, por ejemplo. Si aceptas las reglas y luego las rompes, ese es tu problema, y así has vivido tu vida entera.
Las élites tienen nombre y apellido, y todo el mundo quiere llegar a ser uno de esos pocos afortunados que tienen más dinero que el resto, aunque solo te sirva para hacer una tumba más profunda. Pero esas élites han cambiado en la historia: eran emperadores y reyes, luego señores feudales, ahora son empresarios que se dedican a darte la posibilidad de expresar tus ideas a su público. Muchas de esas ideas están en contra de ellos mismos y, aun así, todos conocemos las conspiraciones, porque están por todas partes. Nadie las censuró, hasta ahora, que ojalá que sí las censuren.
La evolución es imparable, y aunque cada vez hay menos ignorancia en el mundo, las conspiraciones, los fraudes y las mentiras seguirán existiendo por mucho tiempo, pero el Tren de la Verdad, así como el tren del mame, arrancó cuando salimos de las cavernas y no se va a detener por nadie. ¡Tú decides si te subes o te quedas!

