Como lo veremos en este Notiñero, es más fácil que alguien compre Twitter a que Eugenio Derbez vaya con el Peje Obrador y por eso manda mensaje y uno que otro chistorete. Desde hace unos días, semanas, meses, hay una campaña (horrible) y una preocupación genuina por un tramo del trayecto del Tren Maya del que hemos hablado más veces de las que me rompieron el corazón las teiboleras y al Chicarcas sus ausentes madres. Hay mucha información circulando por ahí, falsa o cierta, ¡Juan, la pipol está muy loca! Pero santa sabiduría y remedio en una frase cuando mi jefa nos decía a mi carnal y a mí cuando no nos poníamos de acuerdo en quién no iba a comer: en un tiro se ve todo.
Por eso el Peje invitó a los artistas, ambientalistas y defensores del medio ambiente a que le cayeran para que se rifaran un tiro. Va, ¿de a cómo nos toca? No sienta que los para a besos, 2, 3, nel, voy a repartir 10 chipotes. Un tiro argumentativo. Los invitó a platicar y así la ciudadanía se entere de lo que alegan ambos bandos. La neta eso se me hace tener mucha clase. Ese es el espectáculo que deberíamos pedir todos: la confrontación de ideas, argumentos y opiniones. Ya basta de estos personajes que se plantan en frente de una cámara a decir cualquier clase de verborrea sin que nadie los interrumpa o contradiga.
Yo no, we. A mí nadie me pela. Me hace falta hacer un personaje como Derbez para que me inviten a Palacio a soltar vergazos. Chingadazos, filerazos, plomazos, bombazos argumentativos, ¿verdad? Pinche tronadito, ya me la sé, we. No me quieras hacer quedar ver como un pinche violento de alcantarilla porque te mato. Para de succionar que tu lengua raspa, we. Déjame continuar con las news.
Se había planeado un encuentro en el que Eugenio Derbez era tal vez la personalidad más famosa, ahora que le ha ido muy bien en Estados Unidos. Pero no la única. Publicó un video en un paraíso en la playa en el que explica que tuvo que cancelar por motivos laborales. Entonces el gobierno canceló también y dejó plantados a todos los demás. Eso me recordó cuando toqué en la fiesta de una amiga que no me dejó pasar porque no fui acompañado de Elon Musk. También aclara algo que ha circulado por internet y exhibido en la mañanera por la supuesta hipocresía de estar en contra del Tren Maya pero inaugurar el parque Xcaret.
Como lo veremos en este Notiñero, es más fácil que alguien compre Twitter a que Eugenio vaya con el Peje. Y justo quién compró la red social del famoso pajarito azul es Elon Musk, famoso empresario e inversor de varias empresas líderes en su área, por lo que ahora se hace con una red social por 45 mil millones de dólares y promete que la libertad de expresión será lo más chingón que tendrá el futuro en sus manos. Aunque hay quienes no están de acuerdo y lo critican, pues los bloquea cuando le preguntan algo confrontativo. Ya veremos si las granjas de bots pasarán al olvido o qué demonios pasará con Twitter. Y sobre todo, lo que más me preocupa más allá de la libertad de expresión, ¿continuará la libertad de compartir material cochinote? Tan cochino como el corazón prieto de estos prietos de corazón porque se aprovecharon nuevamente de los honrados ciudadanos que se esfuerzan día a día para ganar un dinerito que les permita pagar las cuentas de internet pa’ seguir viendo al Miñero.
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